Este mediodía se ha clausurado en Mieres (Asturias) el XII Congreso Nacional (IV Congreso Hispanoamericano) de Historia de la Construcción, de cuyo Comité Científico Nacional (presidido por Santiago Huerta) ha formado parte nuestra socia Esther Redondo, quien ha introducido algunas de las comunicaciones de las áreas de “Bóvedas y láminas” y “Bóvedas”.
El programa del Congreso ha incluido una serie de visitas técnicas, entre otras, a un par de “pozus” (el de Santa Bárbara, el primer pozo minero asturiano que recibió la máxima categoría de protección patrimonial, y el de San José), al conjunto de hórreos de Bueño (Ribera de Arriba) o al Palacio de los Deportes de Oviedo.
El Palacio de los Deportes de Oviedo forma parte del catálogo de los grandes proyectos de ingeniería apenas conocidos en España. Obra del ingeniero de caminos Ildefonso Sánchez del Río y de los arquitectos Fernando Cavanilles, Joaquín Suárez y Florencio Muñiz-Uribe, el anteproyecto data de 1961 aunque no fue inaugurado hasta septiembre de 1975.
Su cubierta está formada por tres bóvedas parabólicas biarticuladas, conformadas por “arcos-onda” constituidos a su vez por elementos prefabricados denominados “dovelas-onda” (piezas fundamentales del sistema que creó y patentó el propio ingeniero, construidas con hormigón y cerámica con unas dimensiones de 7 metros de vano, 3,20 m de profundidad y 1,50 m de altura). La bóveda central está compuesta por ocho arcos-onda de 7 metros de anchura y 100 metros de luz, la mayor de las cubiertas cilíndrico-onduladas de ese tipo construidas hasta entonces.
En el artículo que escribió el propio Ildefonso Sánchez del Río en el número 287 de “Informes de la Construcción” (enero-febrero de 1977) se detallan minuciosamente (con textos, dibujos y fotos) todos los elementos estructurales del sistema y el proceso de la obra.