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Se han cumplido dos meses -la semana pasada- desde la declaración del estado de alarma el pasado 14 de marzo, cuando nuestras rutinas se mudaron desde el centro de Madrid hasta nuestras casas en los barrios madrileños de Bellas Vistas y del Pilar, y en Rivas y Teruel… El trabajo desde ellas nos ha obligado a estar más atentos a la red, a multiplicar las llamadas de teléfono, y, en definitiva, a la conexión permanente -desde la distancia- con nuestros clientes y con el mundo exterior, ése que poco a poco recobra -estas últimas semanas- la actividad al otro lado de nuestras ventanas.

En estas casi diez semanas de confinamiento, el equipo de gv408 arquitectos hemos trabajado desde nuestras casas aunque también, puntualmente, hemos debido visitar algunas obras en marcha. Hemos cumplido todos nuestros compromisos de entrega y atendido las consultas en torno a los 35 proyectos que coordinamos en la actualidad (algunos de los cuales nos han sido encargados en estas últimas semanas).

Tras setenta días de cambios en nuestra forma de trabajar, de reunirnos y de coordinarnos, hemos constatado -con satisfacción- que la experiencia de teletrabajo parcial -que habíamos instaurado con algunos de nuestros colaboradores- y que la implantación de nuevas posibilidades de compartición de información en la nube, nos han permitido seguir respondiendo a todas las necesidades y requerimientos de nuestros clientes con las mismas diligencia y agilidad que antes del 14 de marzo.

No obstante, echamos de menos nuestro estudio en la Gran Vía, las comidas y charlas con los “coworkers” de la oficina, la vida y el bullicio del centro de Madrid. Juan José Millás dijo hace unas semanas, a propósito del nuevo significado de la casa durante el confinamiento, que “cuando todo esto acabe, tendremos que regresar a una casa de la que nunca hemos salido”. Nosotros, cuando llegue ese momento, regresaremos a una oficina que, en el fondo, nunca abandonamos, y que sólo repartimos en cuatro habitaciones domésticas a mediados de marzo… A una oficina que volverá a ser la vuestra

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